lunes, 2 de noviembre de 2015

DESAPRENDER.

Hace un tiempo que desaprendo a un ritmo de infarto:
Desaprendo lo dado por sentado. Lo "así tiene que ser". Lo "eso será lo que ocurra cuando seas adulta".

Estoy destejiendo los quereres anclados, enquistados. Aquellos que no dan calor, que hielan el fuego y lo dejan petrificado. Inerte. Suspendido en un momento.




He desaprendido que las intenciones suelen ser honestas, que las personas dicen la verdad, y que los frutos, llegan. 






Que todos tenemos un sitio y solo hay que encontrarlo. 









Que hay que tener un plan.










Que a mi edad tendría que ser esa mujer que otros quisieron que fuera.





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