martes, 3 de febrero de 2015

Capítulo 67. LABconciertos.

Desde hace más de una década en museos y centros de arte de todo el mundo ha habido una creciente preocupación por abrir estas instituciones a los públicos, por hacerlas más accesibles y conectadas con la comunidad. Desde el departamento pedagógico, que comenzó a cobrar relevancia en España sobre todo a partir de los años ochenta, hasta los nuevos departamentos de actividades culturales, intermediación o difusión, todos ellos se vuelcan en la búsqueda de acciones que fortalezcan la transmisión de contenidos a los ciudadanos, proporcionándoles no solo disfrute, sino también, descubrimiento y aprendizaje.

Black Mirror Festival. Fotografía cortesía Javier Bejarano.
Si bien es cierto que este camino de apertura es largo y, en muchos casos, está basado en el ensayo-error de nuevas estrategias que hagan atractivos los relatos proporcionados por museos y centros de arte a la comunidad, en el caso de las actividades complementarias las experiencias de éxito son muy alentadoras.

Todos estos cambios fueron propuestos primero desde la teoría museológica en los años 60, y más tarde desde la práctica en las instituciones más representativas, que han animado a todas las demás a seguir ese mismo camino.

Hoy por hoy es muy común encontrar ofertas de actividades de lo más variadas en las instituciones museísticas. Desde las más habituales como conferencias o mesas redondas, a las más atrevidas como danza contemporánea en las propias salas de exposición, teatro, circo, dj's set, y por supuesto, conciertos.

Los museos más conocidos y visitados del mundo cuentan con una programación consolidada dedicada a la música o al arte sonoro. Estas programaciones están prestando atención y ofreciendo no únicamente obras maestras que podríamos considerar ya clásicas, además se apuesta firmemente por las propuestas más actuales e innovadoras, o por músicas que forman parte del imaginario contemporáneo como el pop o el rock.

El MET de Nueva York, con su programa Spectrum, ha llevado a cabo diversas iniciativas que tienen como objetivo atraer a jóvenes audiencias al museo. Mesas redondas o conciertos que, aprovechando el fenómeno fan, articulan el diálogo entre artistas y público. Ejemplo de esta iniciativa es el concierto que la cantante y multiinstrumentalista St Vicent dio en agosto de 2011 en la sala del museo que alberga el Templo de Dendur, donde lejos de tener que sentirnos cohibidos por las piezas, se pudo bailar, tomar algo y divertirse, consiguiendo aunar arte y ocio.




También la Tate Modern de Londres ofrece iniciativas que acercan la música al público. Muestra de ello fue la actuación de la banda alemana de música electrónica formada en 1970, Kraftwerk, en la que los asistentes pudieron disfrutar en directo de su disco de 1981 Computer World.




Siguiendo esta tendencia y en total sintonía con los objetivos de LABoral, desde el Centro de Arte se ha lanzado un programa de conciertos estable: LABconciertos. Además del conocido LEV Festival, del que ya os hablé en LABlog y que este año celebra su novena edición, LABoral ha querido abrirse a diversos tipos de públicos interesados en las novedades musicales, que este año más si cabe, encontrarán en el Centro de Arte un lugar perfecto para reunirse, disfrutar y conocer nuevos talentos.


Black Mirror Festival. Fotografía cortesía Javier Bejarano.
El día 21 de febrero podréis asistir en las instalaciones de LABoral al Black Mirror Festival, que nació en 2013 y este año acoge el Centro de Arte. Organizado por Javier Bejarano, en él vais a encontrar las últimas tendencias en música y creación audiovisual que están desarrollándose a nivel internacional, aunque prestando especial atención a la creación asturiana.

El Black Mirror Festival es gratuito por lo que pretende llegar a la mayor cantidad de público posible, haciéndole partícipe de lo que ocurre dentro de la institución, proporcionándole la oportunidad de disfrutar de propuestas sonoras y visuales experimentales y de vanguardia que usan la tecnología como herramienta creativa. 


http://aletterforelise.bandcamp.com/album/four-tapes-collection
El cartel de este año está formado por Sara Galán, licenciada en BBAA y violoncellista, que centra su creación sonora en la experimentación con la improvisación y los medios digitales; Alfe (A letter For Elise) que combina el noise con sonidos industriales y el dark ambient; y Elle Belga, dúo formado por el ex guitarrista y voz de Manta Ray, José Luís García, y Fany Álvarez que cuentan ya con tres discos de sonidos cálidos, oscuros y melancólicos donde las voces y la melodía son las protagonistas, acompañadas de guitarras y samplers.


http://www.saragalan.net/
De forma paralela al festival, se realizará el ciclo Trashumancias con la intención de crear lazos con otros centros de arte del país, exportando el festival y fomentando la colaboración entre artistas, instituciones y proyectos.


http://ellebelga.bandcamp.com/
También LABoral ha incluido en su programa de residencias la convocatoria para bandas asturianas. El fin es poner las instalaciones del Centro de Arte y sus recursos al servicio del panorama musical asturiano, en particular, el que incorpore el uso de las nuevas tecnologías, la electrónica y el DIY (do it yourself) en su creación sonora, pudiendo participar de la programación del centro de arte, e involucrarse en las actividades y proyectos de la institución, estableciendo además relaciones con otros artistas y entornos creativos. Ya ha finalizado esta residencia la banda Arkanine, que combinan influencias del post-rock con electrónica, y recientemente ha comenzado su estancia Xelar, proyecto musical que mezcla sonidos minimalistas, ambient o música concreta, entre otras.

LABoral está apostando por la música dándole la relevancia que merece dentro del arte y la cultura contemporánea, e impulsando a los creadores locales. Nosotros como público, estamos invitados a disfrutar y participar de sus iniciativas.

También encontráis este artículo en la web de LABoral. En #LABlog.

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